Luis y Mónica, propietarios de la finca El Ruiseñor en Shushufindi, Ecuador, y proveedores de fruta de aceite de palma, han experimentado una transformación notable gracias a su participación en el proyecto Palma Futuro.

El Ruiseñor se destaca por la adopción de un código de conducta propio y de políticas transparentes y prácticas laborales justas que están asociadas con el fortalecimiento del empleo regular de acuerdo con la normativa ecuatoriana.

También, Luis y Mónica han integrado a sus empleados con beneficios y asegurando un ambiente de trabajo seguro. Por otro lado, han invertido en infraestructuras que elevan la calidad de vida de su personal y garantizan prácticas seguras y sostenibles como la habilitación de duchas, baños, vestier y un espacio de almacenamiento seguro de sustancias químicas, entre otros.

Luis y Mónica son ejemplos vivos de cómo el compromiso y la aplicación de buenas prácticas pueden cambiar vidas.